Porque la “Guerra contra la Pobreza” fracasó.

Me preguntaron por qué nuestra organización caritativa americana trabaja en México. Mi breve respuesta es que hay más pobreza en México. Eso es cierto, pero incompleto. La situación en los Estados Unidos es más complicada por una amplia participación del gobierno, y somos más capaces y mejor ubicados para hacer un impacto significativo en México. Aunque algunas personas pueden creer que el gobierno tiene todas las soluciones, respetuosamente no estoy de acuerdo. A pesar de la “Guerra contra la Pobreza” del presidente Lyndon B. Johnson, que recuerdo, está muerto y más de medio siglo después, la pobreza sigue …

¿Qué hacer? En primer lugar, aprendí esto del fracaso del Presidente Johnson: Es mejor ejercer su propia libertad para ayudar a otros que ceder esa responsabilidad al gobierno. Se redistribuirá su dinero duramente ganado en formas con las que puede estar en desacuerdo. Ahora tenemos más de 50 años de evidencia, como prueba de eso. Casi cualquier persona puede hacer una diferencia en las vidas de los americanos pobres, apenas donando localmente. Dé su ropa usada y otros artículos directamente a la gente en necesidad. Si tienes aptitud o recursos, puedes ayudar donde quieras, porque la gente pobre está en todas partes. Lo que realmente importa es ayudar a sus vecinos.

México es nuestro vecino, y fundamos Miracle Airlift porque somos capaces y posicionados para trabajar allí efectivamente. Nuestro trabajo ayuda a las personas de dos maneras: 1) Algunos proyectos de aliviar la pobreza directamente, a través de la formación profesional que conduce al empleo o más ingresos. 2) Un impacto mayor se realiza indirectamente, aliviando los efectos de la pobreza. Eso es importante porque los efectos son los que lastiman a las personas, y las presionan hasta el punto de desesperación que les hace cruzar ríos, saltar cercas y paredes de escalada.

He aquí un ejemplo del concepto de efectos: En una comunidad pequeña y empobrecida, las familias viven en chozas de cartón usado y madera contrachapada. La estación de las lluvias es más húmeda que de costumbre, y los techos son tan porosos que estos pobres ni siquiera tienen una cama seca. Un equipo de voluntarios llega en una camioneta apilada de alto con tela de plástico usado, muy fuerte, e impreso en colores brillantes con viejos anuncios de cartelera. En México, todo, desde telas de cartelera hasta lonas baratas de pintura se llaman “lonas”. Para nuestro propósito, la característica más importante de “lonas” es que son impermeables. Horas más tarde, cada choza tiene un techo sin fugas. La pobreza permanece, pero uno de sus efectos dolorosos ha desaparecido.

Los mexicanos se propusieron esta idea. Ellos se agrupan y hacen trabajo comunitario voluntario que puede ayudar a cada familia en el vecindario. La lista de posibilidades de autoayuda es interminable. Ellos no tratan de arreglar lo que no pueden, trabajan para mejorar lo que pueden, y eso hace que su vida sea un poco mejor al aliviar algo del dolor. Miracle Airlift trabaja “para ayudar a los ayudantes” proporcionando ayuda en forma de materiales y asistencia técnica necesaria para fortalecer sus esfuerzos. Esto eleva todo el proceso a un nuevo nivel. Ellos ven mejoras que resultan de sus propios esfuerzos, y son alentados por la comprensión de que mejores cosas son posibles, para su hogar y su país.